El curso presenta técnicas básicas para lograr una redacción más clara y precisa. Hace un breve resumen de las categorías gramaticales, y hace una explicación a través de ejemplos sobre la idea principal, las palabras y expresiones que se deben evitar y los arcaísmos y neologismos.
Reconocimiento de las categorías gramaticales.
a) Categorías variables: las que admiten cambios en su estructura (género, número, voz, modo, tiempo).
Sustantivo: casa/casas; niño/niña.
Adjetivo: grande/grandes; azul/rojo; mío/suyas.
Verbo: sube/subió/subirá.
Artículo: los/las; uno/una.
Pronombre: yo/tú/él/nosotros/que/cual/quien/cuanto.
b) Categorías invariables: las que no admiten cambios en su estructura
Adverbio: aquí, ahora, allá.
Preposición: en, de, según, con.
Interjección: ¡oh!, eh, ¡epa!, ¡zape!
Conjunción: y, e, o, ni, que, sino, pero.
El verbo: núcleo de la oración.
Sin verbo no hay oración. Sin embargo, se puede construir una frase sin el verbo (Ej.: “Autonomía, la solución”)Una oración se puede componer sólo de una palabra: un verbo (“El deterioro del agua potable afecta la salud de los niños en el sector. Enfermarán.”).
Una categoría gramatical diferente puede constituir una frase (“Las estadísticas son claras al respecto, y en ningún momento se evidenció un ingreso superior a los 500 dólares por familia. Nunca.”)
Puede haber más de un verbo en una oración, pero uno subordina a los demás (Ej.: “La comunidad prosperó cuando todos sus miembros optaron por diversificar los sembríos”).
Oración y párrafo.
Una oración, en lo posible, no debe redactarse en más de dos líneas, son preferibles los párrafos de cuatro a cinco oraciones. En una página preferentemente deben ir de cuatro a seis párrafos.
Advertencia: algunos docentes aman los párrafos telegrama (párrafos de una a dos líneas).
Las preposiciones en, de y la conjunción que.
Restringir el uso de estas categorías gramaticales al mínimo necesario en una oración y un párrafo (por párrafo, de dos a tres veces es suficiente).
La supresión de las repeticiones innecesarias obligará a pensar en otras palabras que las sustituyan, y al extenderse cada párrafo, el autor enriquece su aporte.
La revisión de lo redactado debe ser permanente.
El pretérito perfecto.
“Ha llegado”, “han subido”, “he tomado en cuenta”: Son expresiones que obligan a repetir una y otra vez el verbo auxiliar “haber” en sus diversas conjugaciones.
“La empresa ha subestimado el costo de operaciones, por lo que la gerencia ha decidido hacer un recorte, lo que ha afectado a los trabajadores”
“La empresa subestimó el costo de operaciones, por lo que la gerencia decidió hacer un recorte, lo que afectó a los trabajadores”
El sufijo “mente”.
Las palabras con este sufijo tienden a volver tediosa la lectura.
“Últimamente se constató que lamentablemente los precios se elevaron considerablemente para las familias”
“En los pasados meses se constató el lamentable incremento de los precios a índices insoportables para la economía familiar”.
Idea principal y argumentos.
La idea principal guía el desarrollo de la oración, del párrafo, y del apartado en sí. Es la tesis de una sección.
Ejemplo.
“La elevación del precio de los carburantes fue sostenida en las pasadas décadas [IDEA PRINCIPAL]. De un 5% experimentado el año 1986, pasó al 10% dos años después [ARGUMENTOS ESTADÍSTICOS]. Llegado el año 2000, se comprobó el gradual incremento hasta alcanzar el 195% del precio en el año inicial, lo que indica la paralela alza en los costos de vida de la población, deteriorando la calidad alimentaria de los sectores más afectados [ARGUMENTOS ESTADÍSTICOS Y CUALITATIVOS]”.
La idea principal puede ser la primera del primer párrafo, o ser construida gradualmente hasta presentarla como la afirmación principal de un apartado.
La hipótesis se constituye en la idea principal de toda la investigación, y a partir de ella se articulan los diferentes argumentos, que no son más que datos que respaldan o al final refutan la hipótesis formulada.
Palabras y expresiones que conviene evitar
Podemos hablar como mejor nos parezca y se nos entienda, pero al escribir, debemos sujetarnos lo más posible a las normas gramaticales y adoptar un estilo fluido y claro, aplicando los tecnicismos propios de nuestra formación profesional.
“Los últimos años…”. Último, al igual que primero, son lugares que sólo pueden ocupar una cosa, persona o año. Fuera del primer y el último existen: penúltimo, antepenúltimo, por un lado, y segundo, tercero, cuarto, quinto, por otro. No existen “los últimos” ni “los primeros”, sino “los pasados años…”, “del primer al tercer lugar…”.
“Los únicos días que se vende…” De forma similar, “único” hace alusión a “sólo uno, y nada más”. Las opciones son “Sólo se vende este producto los días…”.
Frases, palabras y sentencias de uso popular:
“queme importismo” “indiferencia”;
“bacán” “interesante”;
“hartos” “bastantes/numerosos”.
“tiene que tener” “debe tener”
Arcaísmos y neologismos
Arcaísmos: Casos en los que procede su uso (citas de obras clásicas o documentos de siglos pasados). Explicación opcional del desuso del término.
Neologismos: Aplicación. Explicación opcional cuando procede (generalmente por uso de xenismos españolizados como computadora, garaje, parket, entre otros).
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