El modelo de producción agrícola tradicional, que ha caracterizado a nuestro país por mucho tiempo y lo sigue siendo en gran manera, constituido por labranzas intensivas que dejan el suelo desnudo, expuesto el mismo a lluvias torrenciales típicas de nuestro clima de la Región Oriental (mayormente, ya que es el área de mayor cultivo), ha traído consigo consecuencias negativas en términos de conservación del suelo, del agua y del medio ambiente. Este modelo sumado al monocultivo, a la quema de los residuos y a los sistemas de explotación agrícolas reinantes ha llevado a la degradación química, física y biológica del suelo. Así, los métodos tradicionales de antaño, sin previsión y aplicación de nuevas técnicas y tecnología eficiente, tienen como consecuencia la paulatina perdida de la fertilidad de los suelos, hasta tornarlos improductivos, como puede ser observado en las áreas más antiguas de la colonización del Paraguay. La erosión y la perdida de Materia Orgánica han sido los principales responsables de este fenómeno.
Como lo clasifico Koeppen (1931), el clima de la Región Oriental es subtropical, húmedo, con veranos calurosos e inviernos con heladas ocasionales y tendencia a concentración de las lluvias en verano, sin estación seca definida. Esta información nos da la pauta para determinar objetivamente la situación de nuestros suelos por la influencia del clima.
La Materia Orgánica es una fina capa de restos orgánicos acumulados superficialmente en el suelo, total o parcialmente descompuestos, esto es, humificados o no, a través de la acción de microorganismos que sobreviven en el suelo gracias a las condiciones aptas para ello, y ayudados estos por la temperatura (a mayor temperatura mayor actividad, y viceversa), pueden llevar a cabo la mineralización (transformación de las sustancias orgánicas en inorgánicas) de la M.O. y la consecuente liberación de los nutrientes esenciales en ella contenidos, que de acuerdo a su proveniencia, tendrán características diferentes en cuanto a su composición, pudiendo calificarse su efectividad de acuerdo a cada cultivo, en la producción de cosechas relativamente abundantes.
Por todo lo dicho, es deducible que, en nuestro clima, año
tras año se registren perdidas de Materia Orgánica por: la
utilización necesaria de Materia Orgánica para el sustento de los
cultivos, la escasa reposición de la misma luego de las
cosechas, el excesivo lavado de bases y nutrientes por la acción de
las lluvias, ayudado esto por la escasa retención de M.O. durante
el invierno por no existir temperaturas lo suficientemente frías,
por ende calurosas y por lo tanto la existencia de una mayor acción
microbiana de mineralización durante todo el año que, debido a la
desnudez del suelo, es perdida abundantemente y lixiviada a camadas
mas profundas, aumentando la acción de moléculas de Aluminio que
reemplazan a las bases tales como Calcio y Magnesio, y elevando el
tenor de Acidez del suelo, obligando al agricultor a efectuar
gastos posteriores de encalados y sometiendo a ese suelo a un cada
vez menor rango de variedades de cultivos, generalmente menos
rentables, teniendo como consecuencia final la inutilización de
dicho suelo para cultivos de renta.
Por estas razones y muchas mas, es necesaria la aplicación
obligatoria de técnicas de sustentabilidad y conservación de los
suelos, y una de ellas, acaso la más importante, es la
incorporación de Materia Orgánica al suelo y la manutención y
reposición de la misma tras las cosechas.
Esto es realizado a través de técnicas que obedecen a los principios de la Siembra Directa (laboreo cero), consistente en mantener el suelo permanentemente bajo cubierta vegetal, evitando pérdidas por erosión y exceso de lixiviación. Esa cobertura vegetal puede ser obtenida por la adición de restos muertos o vivos de diversos tipos de cultivos, que quedaran a decisión del agricultor cual de ellos sembrar, de acuerdo a las necesidades del posterior cultivo, mas en general, es preferible aquel cultivo que produzca la mayor cantidad posible de masa seca por hectárea, para aumentar progresivamente el tenor de Materia Orgánica año tras año, si ese es el objetivo de la persona.
Para el efecto, existen cultivos especialmente diseñados, como lo son los llamados Abonos Verdes, que poseen cualidades muy apreciables para su utilización estratégica dentro de un sistema de rotación de cultivos. Por ejemplo la gran producción de masa seca, y en el caso de las leguminosas, el gran aporte de Nitrógeno a través de la fijación del mismo por el sistema radicular, además de características de rusticidad, por ende de bajo costo de mantenimiento y conveniencia por el efecto que producen en la posterior cosecha del cultivo principal.
1. Cómo conservar el medio ambiente Nuestro entorno, aunque a veces no nos demos cuenta, forma parte de nosotros mismos... [14/11/03] |
13.577 | ||||
2. Residuos madereros, transformación y uso El aprovechamiento forestal es el conjunto de técnicas que busca suministrar la... [20/06/05] |
3.533 | ||||
3. Cómo acampar en la Naturaleza En este curso aprenderás una nueva manera de disfrutar de la Naturaleza, acampando... [19/07/05] |
4.535 |