SELECCIÓN
DE LAS CHARLAS DE 'ABDU'L-BAHÁ SOBRE LA PAZ
Hoy día el mundo de la humanidad se encuentra necesitado de unidad
y reconciliación internacionales. Para establecer estos grandes
principios fundamentales se necesita una fuerza propulsora. Es
evidente que la unidad del mundo humano y la Paz Mayor no se pueden
conseguir a través de medios materiales. No se pueden establecer
mediante el poder político, pues los intereses políticos de las
naciones son múltiples y las políticas de los pueblos son
divergentes y están en conflicto. No se pueden conseguir mediante
el poder racial o patriótico, pues éstos son poderes humanos,
egoístas y débiles. La naturaleza misma de las diferencias raciales
y los prejuicios patrióticos impide la realización de esta unidad y
acuerdo. En consecuencia, es evidente que la promoción de la unidad
del reino de la humanidad, que es la esencia de las enseñanzas de
todas las Manifestaciones de Dios, es imposible excepto a través
del poder divino y el aliento del Espíritu Santo. Los otros poderes
son demasiado débiles y no pueden conseguirlo.27
Rezaremos para que se pueda izar la bandera de la paz internacional
y se consiga y realice la unidad del mundo de la humanidad. Todo
esto se hace posible y practicable mediante vuestros esfuerzos. Que
esta democracia americana sea la primera nación en establecer la
base del acuerdo internacional. Que sea la primera nación en
proclamar la universalidad de la humanidad. Que sea la primera en
elevar el estandarte de la Paz Mayor y, mediante esta nación de
democracia, que estas instituciones e intenciones filantrópicas se
extiendan por todo el mundo. En verdad, ésta es una gran nación
respetada. Aquí la libertad ha alcanzado su más alto grado. Las
intenciones de sus pueblos son dignas de la máxima alabanza.
Efectivamente, son dignos de ser los primeros en construir el
Tabernáculo de la Paz Mayor y proclamar la unidad de la humanidad.
Suplicaré a Dios pidiendo asistencia y confirmación para
vosotros.28
Hoy la mayor necesidad del mundo de la humanidad es el cese de los
malentendidos existentes entre las naciones. Esto se puede
conseguir mediante la unidad de lenguaje. A menos que se consiga la
unidad de lenguas, no se puede establecer y organizar eficazmente
la Paz Mayor y la unidad del mundo humano, porque la función de la
lengua es comunicar los misterios y secretos de los corazones
humanos. El corazón es como una caja y la lengua es la llave.
Solamente usando la llave podemos abrir la caja y observar las
gemas que contiene. Por ello, el tema de un idioma internacional
auxiliar es de máxima importancia... Es mi esperanza que se pueda
perfeccionar mediante los dones de Dios y que se seleccionen
hombres inteligentes de los diversos países del mundo para
organizar un congreso internacional cuyo propósito principal sea la
promoción de este medio de comunicación universal.29
... Debido a que encuentro a la nación americana tan capacitada y a
este Gobierno el más justo de los Gobiernos occidentales, a sus
instituciones superiores a las demás, mi deseo y esperanza es que
se ice en este continente primero la bandera de la reconciliación
internacional y se despliegue aquí el estandarte de la Paz Mayor.
Que el pueblo americano y su Gobierno se unan en sus esfuerzos con
el fin de que amanezca esta luz desde este punto y se extienda a
todas las regiones, pues ésta es una de las mayores dádivas de
Dios. Con el fin de que América aproveche esta oportunidad, ruego
que os esforcéis y recéis con alma y corazón, dedicando todas
vuestras energías a este objetivo: que la bandera de la paz
internacional se eleve aquí y que esta democracia sea la causa del
cese de la guerra en todos los demás países.30
En edades pasadas de la humanidad ha sido defectuosa e ineficaz
porque ha estado incompleta. La guerra y sus estragos han arruinado
al mundo; la educación de la mujer será un potente paso hacia su
abolición y cese, pues ella empleará toda su influencia contra la
guerra. La mujer cría al niño y educa al joven hasta la madurez.
Ella rehusará entregar sus hijos para ser sacrificados en el campo
de batalla. En verdad, ella será el mayor factor en el
establecimiento de la paz universal y el arbitraje internacional.
Sin duda, la mujer abolirá la guerra de la humanidad.31
Todos sabemos que la paz internacional es buena, que conduce al
bienestar de la humanidad y a la gloria del hombre, pero son
necesarias la voluntad y la acción antes de poder establecerla. La
acción es esencial. Debido a que este siglo es un siglo de luz, le
ha sido conferida la capacidad de acción a la humanidad.
Necesariamente se esparcirán los principios divinos entre los
hombres hasta que llegue la hora de la acción. Sin duda esto ha
sido así, y verdaderamente la hora y las condiciones están maduras
para la acción ahora.32
Esto ha ocurrido. Los poderes de la tierra no pueden resistir los
privilegios y dádivas que Dios ha ordenado para este siglo grande y
glorioso. Es una necesidad y una exigencia de la época... Que este
siglo sea el sol de los siglos anteriores y su resplandor dure para
siempre, para que en los tiempos venideros glorifiquen el siglo
veinte diciendo que el siglo veinte fue el siglo de las luces, el
siglo veinte fue el siglo de la vida, el siglo veinte fue el siglo
de la paz internacional, el siglo veinte fue el siglo de las
dádivas divinas, y el siglo veinte ha dejado huellas que durarán
para siempre.33
El tema más importante de este día es la paz y el arbitraje
internacionales, y la paz universal es imposible sin el sufragio
universal. Los niños son educados por las mujeres. La madre soporta
las preocupaciones y problemas de criar al niño, sufre la
dificultad de su nacimiento y formación. En consecuencia, es muy
difícil que las madres envíen a los campos de batalla a aquellos
sobre los que han derrochado tanto amor y cuidado. Considerad un
hijo criado y formado durante veinte años por una madre devota.
¡Cuántas noches en vela y días de angustia sin descanso ha pasado!
Habiéndole llevado con éxito a través de peligros y dificultades a
la edad de la madurez, ¡qué angustioso entonces sacrificarlo en el
campo de batalla! En consecuencia, las madres no darán su
aprobación a la guerra ni estarán satisfechas con ella. Así
ocurrirá que cuando las mujeres participen plena e igualmente en
los asuntos del mundo, cuando entren con confianza y capacidad en
el gran campo de las leyes y la política, cesará la guerra; pues la
mujer será su obstáculo e impedimento. Esto es indudablemente
verdad.34
Acaba de amanecer el siglo veinte, brillante y glorioso, y la
dádiva divina se irradia universalmente...
... En verdad, éste se puede llamar el milagro de los siglos, pues
está repleto de manifestaciones de lo milagroso. Ha llegado la hora
en que toda la humanidad será unificada, en que todas las razas
serán leales a una misma patria, todas las religiones se
convertirán en una religión y desaparecerá el prejuicio racial y
religioso. Éste es el día en que la unidad de la humanidad elevará
su estandarte y la paz universal, como una verdadera mañana,
inundará al mundo con su luz.35
Él promulgó la adopción del mismo programa educativo para el hombre
y la mujer. Las hijas y los hijos deben seguir el mismo programa de
estudios, promoviéndose así la unidad de los sexos. Cuando toda la
humanidad reciba la misma oportunidad de educación y se alcance la
igualdad de hombres y mujeres, las bases de la guerra quedarán
completamente destruidas. Sin igualdad esto será imposible, porque
toda distinción y diferencia conduce a la discordia y la lucha. La
igualdad entre los hombres y mujeres conduce a la abolición de la
guerra debido a que las mujeres nunca estarán dispuestas a
autorizarla. Las madres no sacrificarán a sus hijos en el campo de
batalla después de veinte años de angustia y cariñosa devoción
dedicados a formarlos desde la infancia, no importa qué causa se
les llame a defender. No hay duda de que cuando las mujeres
obtengan la igualdad de derechos, cesará por completo la guerra
entre la humanidad.36
El mundo se encuentra desesperadamente necesitado de paz
internacional. Hasta que se establezca, la humanidad no alcanzará
la calma y la tranquilidad. Es necesario que las naciones y los
Gobiernos organicen un tribunal internacional al que referir todas
sus disputas y diferencias. La decisión de este tribunal será
final. La controversia individual será juzgada por un tribunal
local. Las cuestiones internacionales se llevarán ante el tribunal
internacional y así desaparecerá la causa de la guerra.37
Encuentro a estas dos grandes naciones americanas (los Estados
Unidos y Canadá) muy capaces y avanzadas... es mi deseo que estas
naciones respetadas se conviertan en factores decisivos del
establecimiento de la paz internacional y la unidad del género
humano...38
El mundo de la humanidad posee dos alas: el varón y la mujer.
Mientras estas dos alas no sean equivalentes en fuerza, no volará
el pájaro. No se conseguirán logros extraordinarios para la
humanidad hasta que el mundo de la mujer alcance el mismo grado que
el hombre, hasta que tenga el mismo campo de actividad; la
humanidad no puede remontar su vuelo hacia las alturas de
verdaderos logros. Cuando las dos alas o partes tengan fuerza
equivalente y disfruten de las mismas prerrogativas, el vuelo del
hombre será sumamente elevado y extraordinario. De esta manera,
imbuidas de las mismas virtudes que el hombre, elevándose por todos
los grados de los hombres, las mujeres llegarán al mismo nivel que
los hombres; mientras no se establezca esta igualdad, no se
facilitará el verdadero progreso y logro de la raza humana.
Las razones evidentes que subyacen en esto son las siguientes: la
mujer se opone a la guerra por naturaleza; es una defensora de la
paz. Las que crían y educan a sus hijos son las madres, quienes les
dan los primeros principios de educación y trabajan asiduamente por
ellos. Considerad, por ejemplo, una madre que ha formado a su hijo
durante veinte años hasta la edad de la madurez. Sin duda ella no
dará su consentimiento para que lo despedacen y lo maten en el
campo de batalla. En consecuencia, a medida que la mujer avance
hacia el grado del hombre en poder y privilegio, con derecho al
voto y control en el Gobierno humano, sin duda cesará la guerra;
pues la mujer es naturalmente la más devota y firme defensora de la
paz internacional.39
Un Tribunal Supremo deberá ser elegido por los pueblos y los
Gobiernos de cada nación, donde los miembros de cada país y
Gobierno se reunirán en perfecta unidad. Todos los conflictos
deberán ser presentados ante este Tribunal, cuya misión será evitar
la guerra.40
Deberá establecerse un Tribunal Supremo por los pueblos y Gobiernos
de todas las naciones, compuesto por miembros de cada país y de
cada Gobierno. Los miembros de este Gran Consejo deberán
congregarse en unidad. Todas las disputas de carácter internacional
deberán ser presentadas ante esta Corte, siendo su trabajo el de
resolver por arbitraje todo lo que pudiera ocasionar la guerra. La
misión de este Tribunal sería la de evitar la guerra.41
"En cuanto a la cuestión del desarme, todas las naciones deben
desarmarse al mismo tiempo. No servirá en absoluto (y no es lo que
se propone) que algunas naciones abandonen sus armas, mientras que
otras, sus vecinas, permanezcan armadas. La paz del mundo se tiene
que establecer mediante el acuerdo internacional. Todas las
naciones deben ponerse de acuerdo para desarmarse
simultáneamente... Ninguna nación puede seguir una política de paz
mientras que su país vecino siga siendo guerrero... No hay ninguna
justicia en eso. Nadie soñaría con sugerir que se pudiera conseguir
la paz del mundo mediante una línea de acción semejante. Se tiene
que conseguir mediante un acuerdo global e internacional y de
ninguna otra manera"...
"Es necesario", continuó, "que haya una acción continua en
cualquier proyecto de desarme. Todos los Gobiernos del mundo deben
transformar sus buques de guerra y maquinaria bélica en barcos
mercantes. Pero ninguna nación puede comenzar por sí sola una
política semejante, y sería una locura si una potencia intentara
hacerlo... simplemente atraería la destrucción"...
"¿Existen signos de que se establecerá la paz permanente del mundo
en un período de tiempo más o menos razonable?", le preguntaron a
'Abdu'l-Bahá.
"Se establecerá en este siglo", contestó. "Será universal en el
siglo veinte. Todas las naciones serán forzadas hacia ello".
"¿Provocado por presiones económicas?"
"Sí; las naciones serán forzadas a firmar la paz y a ponerse de
acuerdo sobre la abolición de la guerra. Las terribles cargas de
impuestos para la guerra llegarán a superar lo que el hombre puede
soportar"...
"No", dijo 'Abdu'l-Bahá en conclusión; "repito, ninguna nación
puede desarmarse en estas circunstancias". El desarme llegará sin
duda, pero tiene que venir, y vendrá, por el consentimiento
universal de las naciones de la tierra. Mediante el acuerdo
internacional abandonarán sus armas y se inaugurará la gran era de
la paz".
"De ésta y de ninguna otra manera puede establecerse la paz en la
tierra".42
Una vez que se establezca el Parlamento del Hombre y se organicen
sus partes constituyentes, los Gobiernos del mundo, habiendo
firmado un convenio de amistad eterna, no tendrán ninguna necesidad
de mantener en activo grandes ejércitos y marina de guerra. Todo lo
necesario serán algunos batallones para preservar el orden interno,
y una Policía Internacional para mantener libres las vías marinas.
Entonces estas grandes sumas de dinero se desviarán a otros canales
más útiles, desaparecerá la pobreza, aumentará el conocimiento, los
poetas y compositores cantarán las victorias de la Paz, el
conocimiento mejorará las condiciones y la humanidad se mecerá en
la cuna de la felicidad y bendición. Entonces, sea el Gobierno
constitucional o republicano, monarquía hereditaria o democracia,
los líderes dedicarán su tiempo a la prosperidad de sus naciones, a
la legislación de leyes justas y sensatas y a fomentar relaciones
más estrechas y amistosas con sus vecinos de esta manera el mundo
de la humanidad se convertirá en un espejo que reflejará las
virtudes y atributos del Reino de Dios.
... Mediante un acuerdo general, todos los Gobiernos del mundo
deben desarmarse simultáneamente... No servirá si uno abandona las
armas y otro se niega a hacerlo. Las naciones del mundo deben
ponerse de acuerdo sobre este tema de suprema importancia, de
manera que puedan abandonar juntos las armas mortales de matanza
humana. Mientras una nación siga aumentando su presupuesto militar
y naval, otra nación se verá forzada hacia esta loca competición
debido a sus supuestos intereses naturales...
Ahora bien, el tema del desarme tiene que ser puesto en práctica
por todas las naciones, no sólo por una o dos. En consecuencia, los
defensores de la paz deben esforzarse día y noche para que la
opinión pública alcance una posición firme y permanente y aumente
cada día el ejército de la Paz Internacional, se consiga el desarme
completo y ondee la Bandera de la Reconciliación Universal en la
cima de las montañas de la tierra.
... Los ideales de la paz se tienen que nutrir y extender por los
habitantes del mundo; debe instruirse en la escuela sobre la Paz y
los males de la guerra. Primero: Las financieras y los bancos deben
desistir de prestar dinero a cualquier Gobierno que proyecte librar
una guerra injusta contra una nación inocente. Segundo: Los
presidentes y directivos de los ferrocarriles y compañías navales
deben negarse a transportar municiones de guerra, máquinas
infernales, rifles, cañones y pólvora de un país a otro. Tercero:
Los soldados, mediante sus representantes, deben solicitar a los
ministros de Guerra, los políticos, los congresistas y los
generales que expongan en lenguaje claro e inteligible las razones
y las causas que les han llevado al borde de semejante calamidad
nacional. Los soldados deben exigir esto como una de sus
prerrogativas. "Demuéstrennos", deben decir, "que ésta es una
guerra justa y entonces acudiremos al campo de batalla, de lo
contrario no daremos ni un solo paso... Salgan de sus escondrijos,
entren en el campo de batalla si les gusta atacarse el uno al otro,
y despedácense si desean alarde de sus supuestas contiendas. La
discordia y el odio son entre ustedes; ¿por qué nos hacen a
nosotros, que somos inocentes, partícipes de ella? Si la lucha y el
derramamiento de sangre son cosas buenas, entonces ¡condúzcannos al
combate con su presencia!"
En resumen, hay que bloquear todo camino que produzca guerra y
hacer avanzar las causas que la impiden para que el conflicto
físico se convierta en una imposibilidad. Por otra parte, hay que
delimitar cada país adecuadamente, marcar sus fronteras exactas,
asegurar su integridad nacional, proteger su independencia
permanente, y sus intereses vitales deben ser respetados por la
familia de naciones. Estos servicios deberían ser realizados por
una Comisión internacional imparcial. De esta manera desaparecerán
todas las causas de fricción y diferencias. Y, en caso de que
surjan algunas disputas entre ellos, podrían someterlas al
arbitraje del Parlamento del Hombre, cuyos representantes deben ser
elegidos de entre los hombres más prudentes y sensatos de todas las
naciones de la tierra.43
Cada siglo tiene la solución de un problema predominante. A pesar
de que haya muchos problemas, uno de los innumerables problemas
será preponderante y se convertirá en el más importante de todos.
(...) en este luminoso siglo la mayor dádiva del mundo de la
humanidad es la Paz Universal, que se debe inaugurar, para que el
reino de la creación alcance la calma, para que el Oriente y el
Occidente (que abarcan los cinco continentes del globo) se puedan
abrazar, para que la humanidad pueda descansar bajo la tienda de la
unidad del mundo de la humanidad y ondee la bandera de la paz
universal sobre todas las regiones...
Hoy día el verdadero deber de un rey poderoso es establecer una paz
universal; pues verdaderamente significa la libertad de todos los
pueblos del mundo. Algunas personas que son ignorantes del mundo de
la verdadera humanidad y sus elevadas ambiciones para el bien
general, consideran que tal gloriosa condición de vida es muy
difícil, más bien imposible de conseguir. Pero no es así, en
absoluto.44
¡Oh individuos de la humanidad!, encontrad medios para detener este
derramamiento de sangre y matanza general. ¡Ésta es la hora
designada! ¡Ahora es el momento oportuno! Levantaos, mostrad un
esfuerzo, poned fuerza extraordinaria para enarbolar la Bandera de
la Paz Universal y poner fin a la furia irresistible de este
torrente violento que está provocando estragos y ruina por todas
partes.45
"¿Mediante qué proceso", continuó el interlocutor, "se establecerá
esta paz en la tierra? ¿Vendrá en seguida después de una
declaración universal de la Verdad?"
"No, se establecerá gradualmente", dijo 'Abdu'l-Bahá. "Una planta
que crece demasiado rápidamente sólo dura poco tiempo. ¡Vosotros
sois mi familia", y miró a su alrededor con una sonrisa, "mis
nuevos hijos! Si una familia vive en armonía, se obtienen grandes
resultados. Ampliad el círculo; cuando una ciudad vive en íntimo
acuerdo, seguirán mayores resultados, y un continente que está
plenamente unido unirá de la misma manera a otros continentes.
Entonces será el tiempo de los mayores resultados, pues todos los
habitantes del mundo son nativos de una misma tierra".46
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