A la vista de la dificultad que significaba trabajar en las
pirámides, el egiptólogo y escritor John Anthony West convenció a
un eminente geólogo, Robert Schoch de la Universidad de Boston,
para que realizara una serie de pruebas en la Esfinge. El objetivo
era comprobar no sólo que el desgaste de la roca estaba provocado
por el agua, sino también cuál era la antigüedad de la misma.
Creyeron que datando la Esfinge y los edificios colindantes,
conseguirían sacar a la luz la verdadera edad del complejo de
Gizeh. Comprobaron que la estatua estaba esculpida en una cresta de
roca y que, por tanto, el foso que la rodea debió de ser excavado
antes, a fin de permitir el trabajo de los artesanos. En su estudio
midieron los surcos de la erosión del foso, que en su parte
posterior tenían hasta un metro de profundidad, siendo mucho menor
en la parte delantera. Esto les llevó a afirmar que la Esfinge fue
construida en dos fases, una de ellas muy antigua y la otra más
moderna, emprendida por algún faraón. Así se demostraría la
diferencia de estilos de construcción de la Esfinge y los edificios
colindantes, incluyendo las pirámides, en comparación con el resto
de edificios de todo el Egipto faraónico. El caso es que sus
estudios demostraron científicamente que la erosión del foso estaba
producida, efectivamente, por el agua, y que su construcción había
que remontarla 6500 años más.
Para explicar una erosión de tal calibre producida por el agua,
sería necesario remontarse hasta épocas en que el agua inundó la
meseta de Gizeh, que fue exactamente hace 17000 años, al producirse
el deshielo de la última glaciación, o al menos hasta hace 12000
años, cuando se produjeron los desbordamientos más importantes del
Nilo. Sendas fechas reflejan, pues, un tiempo lejano donde, en
principio el hombre era nómada y aún faltaba mucho para los
nacimientos de los primeros poblados conocidos. La razón por la que
se cree que la Esfinge ha podido sobrevivir tantos miles de años,
teniendo en cuenta su nueva datación, es debido a que, a lo largo
de la historia, ha permanecido casi el mismo tiempo enterrada bajo
la arena del Sahara como al descubierto.
Imagen 5: sobre el 10500 a. C., la Esfinge miraba directamente
hacia la constelación de Leo.
Que el estilo y las técnicas de construcción de la meseta de Gizeh
sean diferentes a las utilizadas en el resto de los edificios que
podemos observar nos sumerge con fiabilidad en la hipótesis de que
la fabulosa estatua pertenece a una civilización más antigua ya
desaparecida. Esta teoría fue sustentada por los investigadores
Robert Bauval y Graham Hancock, de los cuales se hablará en otro
capítulo, en su libro El guardián del Génesis. Esta obra nos
introduce en la posibilidad de que haya que remontar la antigüedad
de la Esfinge hasta el 10500 a. C. Ambos descubrieron mediante el
programa Skyglobe, que mueve las estrellas a las posiciones que
ocupaban en el día y año que se introduzca en su base de datos, que
durante el equinoccio vernal de 10500 a. C., estando el Sol a unos
12 grados por debajo del horizonte, la Gran Esfinge miraba
directamente a su contrapartida celeste, la constelación de Leo.
Además, con el mismo procedimiento, observaron que las tres
pirámides de Gizeh presentan la misma orientación que, en el 10500
a. C., tenían las tres estrellas del cinturón de Orión. Pero este
tema se estudiará en otro capítulo.
1. Historia del arte del antiguo Egipto Este es un curso donde aprenderemos un poco de historia del arte de Egipto .Los... [28/02/11] |
246 | ||||
2. Los perfumes en el Antiguo Egipto Los perfumes egipcios eran diferentes a los que hoy estamos acostumbrados. El... [10/10/03] |
9.924 | ||||
3. Tocados, peinados y pelucas del Antiguo Egipto En la actualidad, el interés por la estética y por el culto al cuerpo es cada vez... [14/11/03] |
10.576 |