Nadie puede negar la existencia de etapas de crisis dentro del matrimonio y de la vida familiar. En el Concilio Gaudium et spes de 1965 se hizo alusión a esa crisis con las siguientes palabras: "La dignidad de la institución del matrimonio no brilla en todas las partes con el mismo esplendor, puesto que está oscurecida por la poliandria y la poligamia, la epidemia del divorcio, el llamado amor libre y otras deformaciones; es más, el amor matrimonial queda frecuentemente profanado por el egoísmo, el hedonismo y los usos ilícitos contra la descendencia" (GS 47).
Grupo Renacer
Page6
La misma constatación la encontramos posteriormente en Familiaris consortio en 1981: "No faltan signos de preocupante degradación de algunos valores fundamentales: una equivocada concepción teórica y práctica de los cónyuges entre sí, las graves ambigüedades acerca de la relación de autoridad entre padres e hijos, las dificultades concretas que con frecuencia experimenta la familia en la transmisión de los valores, el número cada vez mayor de divorcios, la plaga del aborto, el recurso cada vez más frecuente a la esterilización, la instauración de una verdadera y propia mentalidad anticoncepcional" (FC n.6). Por eso muchos jóvenes están perdiendo la fe en el matrimonio y llegan a justificar otros tipos pasajeros de unión interpersonal, sin un compromiso permanente.
Con su actitud ante esas acciones da la impresión de que el hombre está de nuevo tentando y poniendo a prueba a Dios como en Masá y Meribá en el antiguo Israel. Con su manera personal de actuar, con su atención a otras personas del mismo o de diferente sexo fuera del matrimonio o dejándose influenciar por ellas, con los matrimonios quebrantados, con las familias destruidas, los hijos privados de la vida desde antes de nacer, con la voz de la legislación permisiva y de las costumbres, parece que el hombre actual esté preguntando de nuevo: "Está Yahvé entre nosotros o no?" (Éxodo 17:7).
Para encontrar de nuevo el camino es preciso volver a Dios y al Evangelio. El evangelio proclama la verdad del amor que debe unir al hombre y a la mujer en el matrimonio. Solamente en la verdad del amor, marido y mujer pueden adorar a Dios en espíritu y verdad y realizar su felicidad. Se trata de una afirmación exigente, así como lo es todo el Evangelio. Pero es la única verdad que libera y que salva la autenticidad del amor.
1. Consejería cristiana La Consejería cristiana estudia el comportamiento del hombre y los factores que... [06/08/08] |
2.410 | ||||
2. Vida y muerte. Perspectiva cristiana ¿Por qué tenemos tanto miedo a la muerte cuando, según las palabras de Jesús ,... [30/07/10] |
565 | ||||
3. Educación cristiana en niños y adolescentes ¿Quieres una educación cristiana para tus hijos? Aprende con este curso a... [07/05/10] |
1.289 |