La enfermedad de Lyme se ha comprobado como factor desencadenante de trastornos neuropsiquiatricos. Anticuerpos de la bacteria que causa la enfermedad se han descubierto en muchos pacientes psiquiátricos, sugiriendo que esta enfermedad puede desencadenar trastornos emocionales.
Para la mayoría de sus víctimas la enfermedad de Lyme no es un problema leve. Aunque los síntomas iniciales no se diferencian de un ataque gripal, a medida que la enfermedad progresa, otros síntomas serios pueden surgir: dolor muscular, artritis, inflamación del miocardio, dolores de cabeza intratables, rigidez del cuello o parálisis facial.
Los investigadores checos razonaron que como la Borrelia burgdorferi pertenece a la misma familia de agentes que causan la sífilis, que era muy posible que esta bacteria pudiera producir daños similares a la lúes en el Sistema Nervioso Central de sus víctimas --- especialmente depresiones y fluctuaciones afectivas.
Analizando la prevalencia de los anticuerpos de B. burgdorferi en pacientes psiquiátricos se determinó que éstos eran muy elevados comparados con grupos de control.
Entre los 900 pacientes psiquiátricos que ellos analizaran utilizando pruebas diagnósticas de laboratorio entre los años 1995 y 1999. Una tercera parte padecía de trastornos de ansiedad, otra tercera parte de trastornos afectivos, un 25% de la esquizofrenia u otra forma de psicosis, y el resto sufría de trastornos de la personalidad, delirio, demencia y de otras condiciones. (Véase: "Higher Prevalence of Antibodies to BorreliaBurgdorferi in Psychiatric Patients Than in Healthy Subjects" en el número correspondiente del APA Journal).
Análisis detallados, descritos en el estudio checo, soportaron la existencia significante de anticuerpos de B. Burgdorferi en la población de pacientes psiquiátricos en contraste con los grupos de control.
Los autores concluyendo su estudio de la manera siguiente:
“Estos hallazgos soportan la hipótesis de que existe una asociación entre la infección con B. burgdorferi y la morbilidad psiquiátrica.
“En países donde esta infección es endémica, una proporción de los pacientes psiquiátricos pueden estar sufriendo de los efectos neuropatogénicos de esta infección”.
El caso de Astrid
Astrid no era un astro celestial de brillo singular bajo circunstancia alguna. Ella representa, en su historial, una de esas heroínas de novelas rusas antiguas donde el dolor y la miseria se mezclan para proporcionarnos una visión muy distante de la vida de los pobres.
Nació hija ilegítima en un hogar abandonado. Pero como Wallis Warfield (1896-1986) Duquesa de Windsor, Astrid viviría para levantarse muy por encima de sus miserias y vivir una vida disoluta con todos los privilegios que usualmente acompañan ese estilo de vivir.
Sin nadie saber la razón, Astrid se retiró a una finca que la familia había abandonado donde se dedicó al aislamiento total y a la cría de numerosos animales, cabras y perro entre ellos.
Su semblante cambió de ser una mujer de espontaneidad afectiva a uno de malhumor persistente y de sospechas infundadas.
Sufría de alergias, insomnio persistente y de períodos de confusión transitoria, donde todo, aún su propio nombre se le olvidaba.
Acusaba a todos de intenciones nefastas, incluyendo a su joven pastor y a su esposa, a quienes lograría, finalmente alienar.
Por mucho tiempo, pensando que era víctima de una trama para envenenarla, decidió comer sólo aquellas cosas que recogía en sus hortalizas, rehusando carne y productos lácteos o de origen animal.
Nos visitó, de manera titubeante porque sufría de zumbidos de oídos, debilidad y astenia persistente, parestesias, obesidad, apnea del sueño, sospecha de anemia y locura megalobástica, diabetes 2 y síntomas depresivos. (Véanse mis ponencias, Medicina, Psiquiatría Ortomolecular y Vitamina B12 y La locura Megaloblástica).
Tratamiento
Para lograr la confianza de una persona tan reacia, el proceso se inició con la terapia analítica intensiva, acoplada con el adjunto de dosis orales e intramusculares masivas de vitaminas (como se estila en la medicina ortomolecular), especialmente de vitaminas C y B12.
Con la aplicación de dosis terapéuticas de vitaminas, la psicoterapia intensiva, con el uso de un antidepresivo tricíclico y de antibióticos el cuadro clínico remitió.
Hoy, Astrid, habiendo reducido unas cuarenta libras, luce y se siente mejor. (Véase mi artículo, La Opción de Hobson…).
Discusión y resumen
Las enfermedades bacterianas muy a menudo afectan el cuerpo y la mente, como asimismo lo hacen las zoonosis y las hipovitaminosis.
La sífilis y la enfermedad de Lyme son ejemplos clásicos de las patologías producidas por la transmisión de espiroquetas y de borrelias, la pelagra y la locura megaloblástica de la deficiencia de vitaminas, y la obesidad inexplicable de los transposones. (Véase mi artículo, La Ciencia Epigenética, el Embarazo “Normal” y la Obesidad: Una Parábola en Tres Actos en Ortomolecular News).
Bibliografía: Varios
1. Enfermedad del cáncer El cáncer se define como el crecimiento descontrolado de células anormales en el... [10/12/09] |
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2. La adrenoleucodistrofia. Enfermedad La adrenoleucodistrofia , una enfermedad, un legado y las tristes nuevas de una... [30/08/11] |
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3. Alzheimer. Enfermedad. Síntomas y causas El Alzheimer, sus síntomas , la demencia , los primeros síntomas del Alzheimer ,... [04/01/10] |
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