Los agentes económicos (personas, empresas) tienen renta
disponible para dedicarla al consumo de bienes y servicios. El
problema surge cuando no coincide el momento en el que se obtiene
esa renta y el momento en que se quiere gastar en la compra de
bienes y servicios. El sistema financiero se encarga de coordinar
esta situación de desajuste. En cada momento del tiempo aparecen
dos tipos de agentes: ahorradores y prestatarios.
El sistema financiero es el encargado de establecer relaciones
entre los ahorradores y los prestatarios. El sistema financiero
influye en el desarrollo económico de los países.
Existe una relación entre el sistema financiero y el aumento de la
renta, ya que un buen sistema financiero facilita aumentar la
renta, pero la relación también se da en la otra dirección, porque
el crecimiento económico en un país promueve la mejora de su
sistema financiero.
El sistema financiero, es decir, la relación entre ahorradores y
prestatarios, puede ser de dos tipos:
1) Mercados financieros: cuando la relación entre ahorradores y
prestatarios es directa, esa relación se produce en los denominados
mercados financieros, que es donde se intercambian activos (derecho
al cobro que tienen los ahorradores que prestan a los prestatarios)
y pasivos financieros (obligación de pago que tiene el prestatario
frente al ahorrador).
2) Intermediarios financieros: cuando la relación entre ahorradores
y prestatarios no puede ser directa, surgen unos agentes que actúan
como intermediarios.
Los intermediarios financieros más comunes en España son los Bancos
y las Cajas de Ahorro, y su beneficio está en la diferencia entre
los intereses que pagan a los ahorradores y el interés que cobran a
los prestatarios, lo que se denomina margen bancario.
Hay países en los que predomina la financiación directa,
básicamente los países anglosajones (Reino Unido, Estados Unidos,
Canadá), donde las empresas, para financiar sus inversiones, acuden
directamente a los mercados financieros. En otros países, como los
europeos continentales (Alemania, Francia, España), predominan los
intermediarios financieros. La preferencia de uno u otro sistema
depende de muchos factores (tradición, costumbre, necesidad de
financiación).
Ambos sistemas tienen ventajas e inconvenientes:
- Cuando predominan los intermediarios financieros (el caso
español), tiene la ventaja de que pueden llegar más recursos a las
unidades económicas más pequeñas, que tienen más dificultades para
obtener financiación en los mercados financieros, pero tiene el
inconveniente de hacer a las empresas más dependientes del crédito
bancario.
- Cuando predominan los mercados financieros, tiene la ventaja de
reducir los costes de transacción y el coste financiero (es decir,
los tipos de interés son menores), pero el inconveniente es que hay
más riesgo al ser más elevada la sensibilidad de los mercados a los
cambios sociopolíticos y económicos.
EL SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL
En España ha aumentado mucho la actividad financiera, debido al
mayor grado de desarrollo económico, la creciente apertura exterior
y la propia modernización del sistema financiero.
Los intermediarios financieros, principalmente los bancos y las
cajas de ahorro, son los elementos más importantes dentro del
sistema financiero español.
Sin embargo, la reciente evolución del sistema financiero en España
ha modificado en parte esta situación, ya que:
- Últimamente han adquirido creciente importancia algunos
intermediarios financieros no bancarios (son aquellos que no crean
dinero): los fondos de inversión, los fondos de pensiones y las
compañías de seguros.
- Los mercados financieros, en especial el mercado de valores (la
Bolsa), también se han desarrollado notablemente en los últimos
años.
- Ante esta situación de desintermediación bancaria, consistente en
eliminar al intermediario bancario yendo directamente a otros
intermediarios o a los mercados financieros, los bancos españoles
han reaccionado ofreciendo todos estos productos a través de su red
de sucursales (y aprovechando la confianza, la cercanía y el
prestigio que tienen). Este proceso se conoce como "intermediación
de la desintermediación".
EL SISTEMA BANCARIO
El sistema bancario en España lo forman los bancos privados, las
cajas de ahorro y las cooperativas de crédito.
Desde 1980 han quebrado muchas cooperativas de crédito, a la vez
que ha aumentado la importancia de las cajas de ahorro, hasta
situarse a la par que los bancos. Por tanto, bancos y cajas son los
dos principales intermediarios bancarios en España. La principal
diferencia entre ambos es que los bancos pueden elevar sus recursos
propios mediante ampliaciones de capital, mientras que las cajas
sólo lo pueden hacer reduciendo los fondos aplicados a la obra
benéfico-social; otra desigualdad está en que las cajas pueden
comprar bancos, mientras que los bancos no pueden expansionarse
mediante la compra de cajas.
En España existe una estrecha relación entre la banca y las empresas industriales y de servicios, vinculación que no se da con tanta intensidad en ningún otro país europeo salvo en Alemania. Esta situación, aunque genera ventajas de información al mejorar el conocimiento que tiene el banco del sector donde está esa empresa y de las empresas suministradores, presenta problemas de alteración de la asignación eficiente de los recursos, al verse obligadas las entidades a mantener sus inversiones en las empresas participadas a pesar de su menor rentabilidad, y también problemas de aumento de riesgo en situaciones de recesión, al estar demasiado involucrados los bancos en el desarrollo de las empresas, que pueden llegar a poner en cuestión la solvencia de todo el sistema financiero (esta situación grave ya se ha producido en Japón y en otras economías de esa zona asiática). La Unión Europea intenta regular esta situación poniendo trabas legales a la estrecha relación entre banca e industria.
Otra diferencia de la banca española respecto a la europea es
que tiene un elevado número de cajeros y sucursales, aunque su
tamaño es muy inferior al europeo, lo que genera unos costes de
explotación muy altos que no han impedido que el nivel de
beneficios de la banca española sea de los más altos de Europa. La
explicación de esta situación hay que buscarla en los dos
elementos:
1) Regulación y competencia - Hasta 1970, en toda Europa, los
sistemas financieros estaban muy regulados. Esta regulación se
justificaba, y se sigue justificando, en el papel clave de la banca
como financiador del resto de las actividades económicas, y en la
necesidad de evitar las crisis bancarias, ya que el negocio
bancario se basa en la confianza, por lo que si quiebra un Banco
los demás también se resienten de la falta de confianza en todo el
sistema.
Pero una excesiva regulación dificulta la existencia de una
adecuada competencia que ofrezca un producto financiero barato y de
calidad, a la vez que provoca una incorrecta asignación de los
recursos financieros, cuyo reparto muchas veces se basa en
criterios políticos en vez de en criterios económicos.
En el caso español los bancos han estado aún más regulados que en
el resto de Europa, a causa de la preferencia del régimen de Franco
por la regulación de toda la economía:
- Los tipos de operaciones que podían hacer los bancos estaban
delimitados, sin libertad de elección.
- La capacidad de expansión de los bancos estaba limitada, ya que
tenían que pedir permiso para abrir sucursales, y estas debían
mantener unas distancias mínimas entre ellas.
- No se permitía la entrada de bancos extranjeros (excepto dos que
durante la guerra civil prestaron dinero a Franco).
- Los tipos de interés estaban controlados por el Estado.
- El Estado obligaba a los bancos a asignar parte de sus recursos a
determinados sectores, empresas o actividades, mediante los
denominados "coeficientes de inversión obligatoria".
Todas estas regulaciones beneficiaban a los bancos ya
establecidos al reducir la competencia, y al régimen de Franco, ya
que éste conseguía controlar a los Bancos obligándoles a financiar
la economía según sus intereses. Pero esta regulación provocaba
innumerables problemas, como corrupción, ausencia de competencia o
asignación deficiente de los recursos.
A partir de 1980, un conjunto de factores ha modificado la
estructura del sistema financiero español y europeo:
a) El proceso de desregulación elimino las regulaciones indicadas
anteriormente. Así, las cajas de ahorro tuvieron prohibida la
apertura de sucursales fuera de su territorio original hasta
finales de 1980; y los tipos de interés, aunque libres
teóricamente, en la práctica eran fijados por acuerdos monopolistas
entre los principales bancos (pacto de caballeros) y que rompió el
Banco Santander en 1989 con la denominada "supercuenta". En la
actualidad no existe ninguna de las regulaciones anteriores, pero
se han instaurado otras que pretenden evitar la aparición de crisis
bancarias, como la regulación prudencial (obligar a los bancos a
mantener un coeficiente de recursos propios), los sistemas de
supervisión e inspección por parte del Banco Central, y el Fondo de
Garantía de Depósitos (que asegura los depósitos ante la quiebra de
un Banco, y cuyos fondos son aportados mitad por el Estado y mitad
por los bancos).
b) El progreso tecnológico. En 1990 han surgido nuevas tecnologías que aplicadas al sistema financiero permiten profundizar en la competencia y en la entrada de nuevos competidores: Banca telefónica y Banca por Internet.
c) El proceso de desintermediación, que consistente en el desarrollo de nuevos mecanismos de financiación que dejan de lado a los bancos. Los bancos han reaccionado ofreciendo todos estos productos a través de su red de sucursales (y aprovechando la confianza, la cercanía y el prestigio que tienen entre la población), lo que se conoce como "intermediación de la desintermediación".
d) La integración de los sistemas financieros europeos (aunque se trata de un proceso que aún está en sus inicios).
2) Eficiencia y rentabilidad - El aumento de la
competencia en los últimos veinte años ha hecho que los bancos
españoles desarrollen diferentes estrategias:
a) Aumentar su tamaño a través de las fusiones y las adquisiciones.
Teóricamente, las fusiones se hacen para aumentar la eficiencia de
los bancos, pero en la práctica no se confirma esta rentabilidad,
ya que sus dos objetivos son incompatibles (si bajan los costes
aumenta el negocio). Aunque muchos consideran que esta eficiencia
será mayor a largo plazo, ya que los bancos grandes tienen ventajas
difíciles de medir (generan más confianza y tienen menos
riesgos).
b) La expansión internacional. Los Bancos, tanto en España como en Europa, han tendido en los últimos años a introducirse en otros países.
c) La intermediación de la desintermediación. Los bancos ofrecen todos sus productos a través de su red de sucursales.
d) La formación de conglomerados financieros. Los bancos se han asociado con Compañías de Seguros, o directamente las han comprado.
Todos los elementos anteriores han tenido las siguientes
consecuencias:
- Una mayor concentración que provoca una mayor eficiencia.
- Una mayor competencia, ya que aumentar la concentración no
significa que disminuya la competencia.
- Una gran capacidad de adaptación a los numerosos cambios que ha
habido en el sector.
LOS MERCADOS FINANCIEROS
- Mercados monetarios
Son aquellos mercados de capital a corto plazo y de bajo riesgo,
cuya rentabilidad es más baja que en los mercados de capitales.
Destacan dos en España:
1) El mercado interbancario. Es el mercado financiero más
importante de la economía española por su volumen. En el sólo
participan los bancos y cajas de ahorro, y el Banco de España que
actúa como "banco de bancos". Es un mercado a muy corto plazo (un
día) que se utiliza para la necesidad de financiación de los bancos
en ese corto plazo. En la actualidad, con la entrada del euro y el
establecimiento del Banco Central europeo, el mercado interbancario
se realiza en toda Europa, con un tipo de interés prácticamente
similar en todos los países.
2) El mercado de deuda pública a corto plazo (Letras del Tesoro).
Su riesgo (que el Estado español quiebre) es casi nulo. Con la
entrada del euro, estos mercados están muy integrados, ya que no
hay apenas diferencia en comprar Deuda del Estado español o de otro
Estado que pertenezca a la zona euro.
- Mercados de capital
Son aquellos mercados de capital a medio y largo plazo, con un
mayor riesgo, aunque pueden alcanzar mayor rentabilidad. En el caso
español, estos mercados se han desarrollado mucho, debido a que la
demanda ha cambiado a favor de estos productos, al igual que la
oferta, al haber mejorado la tecnología y la legislación. En España
destacan tres mercados de capital:
1) El mercado de renta fija del Estado (Bonos y
Obligaciones).
2) El mercado de renta fija privada (bonos de empresas).
3) El mercado de renta variable
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