El análisis macroeconómico tradicional ha asimilado la empresa
con una función de producción o si se prefiere con una caja negra,
capaz de transformar un conjunto de factores productivos en un
conjunto de bienes y servicios. Desde entonces el interés de la
economía de la empresa ha consistido en abrir la caja negra y
explorar el funcionamiento interno, la razón de la existencia de
las empresas, y el modo en que la empresa puede alcanzar sus fines
compitiendo en los mercados con otras empresas.
La empresa mediante el capital productivo y el trabajo añade valor
a las materias primas y otros bienes semielaborados,
transformándolos en bienes más aptos para satisfacer sus
necesidades. La suma de valor añadido de todas las empresas de un
país durante un año, se define como el Producto Nacional Bruto. Las
empresas y los consumidores, a través de los métodos de bienes y
servicios y de los mercados de factores, establecen un proceso
continuo de intercambios que da lugar al flujo circular de la
renta.
1. La empresa como sistema.
La empresa como sistema se caracteriza: Por ser un sistema
artificial, diseñado por el hombre para alcanzar objetivos; en
constante intercambio de recursos con su entorno; la empresas
precisa un sistema de retroalimentación que le proporcione la
información necesaria para controlar las desviaciones de su
conducta respecto de los objetivos perseguidos; la empresa esta
integrada en un sistema de orden superior y formado por diferentes
subsistemas.
Los problemas que afrontan las empresas desde la perspectiva
sistemática pueden agruparse en las siguientes categorías:
1. Determinar los objetivos que debe alcanzar el sistema.
2. Diseñar el sistema.
3. Actuar dentro de una configuración dada.
4. Controlar los resultados.
Para alcanzar objetivos en un entorno dado se requiere configurar,
en primer lugar, un sistema diseñado a tal fin. En segundo lugar,
la empresa persigue actuar de acuerdo a los planes fijados; para
ello se precisa no solo diseñar sistemas organizativos y técnicos
adecuados sino lograr que funcionen de acuerdo a lo previsto. En
tercer lugar, la empresa necesita un sistema de información que le
permite conocer el grado de cumplimiento de sus objetivos, pero,
obviamente, esto no es suficiente, se precisa además conocer cuales
han sido las causas de las posibles desviaciones para aprender y
modificar su comportamiento en el futuro o bien rediseñar la
organización o modificar los objetivos.
1.1 Subsistemas de la empresa.
- El subsistema real comprende las funciones de
aprovisionamiento, producción y comercialización de los productos o
servicios obtenidos. Estas funciones se corresponden básicamente
con todas las operaciones que suponen una transformación real de
los factores productivos y concluyen con una distribución del
producto y del servicio posventa a los clientes de la
empresa.
- El subsistema financiero, en estrecha
interdependencia con el subsistema real, se encarga de la
captación, administración y control de los recursos financieros;
desde este punto de vista, la empresa puede ser considerada como
una sucesión de proyectos de inversión en el tiempo que requieren
ser financiados; el subsistema financiero aporta criterios para la
valoración de la rentabilidad de los proyectos y el coste de las
diferentes fuentes de financiación.
- El subsistema directivo tiene como misión la toma de
decisiones tendentes a asegurar el logro de los objetivos del
sistema mediante la configuración y control de una organización
capaz de adaptarse al sistema de orden superior en que este
inmerso.
2. El entorno de la empresa.
La empresa es un sistema abierto en constante interacción con su
entorno. Los resultados de las empresas dependen de un amplio
conjunto de factores exógenos que son fuentes de oportunidades y
amenazas. De ahí que resulte vital para la supervivencia y el éxito
de la empresa conocer y anticipar la evolución de su entorno.
Una primera clasificación del entorno consiste en distinguir entre
el entorno genérico y el entorno específico; el primero agrupa a
todos los elementos que afectan por igual al conjunto de las
organizaciones en un tiempo y espacio dado. Mientras que el entorno
específico se refiere únicamente a aquellos factores que influyen
sobre el resultado de un conjunto de empresas con características
comunes.
- El entorno genérico: En una economía de mercado, el
entorno genérico se define por un amplio conjunto de factores
económicos, político-legales, socioeconómicos y tecnológicos, que
delimitan las reglas de juego y el marco general en que las
empresas se van a desenvolver.
- El entorno especifico: El entorno específico hace
referencia a los factores del medio ambiente que afectan de forma
singular a un conjunto de empresas con características
singulares.
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