Capítulo 4:
Sé que vas comprendiendo que puedes no ser una víctima del destino
sino un verdadero gestor de lo que en tu vida ocurra. Pero cada vez
que pretendes dar un paso "liberador" te asaltan las creencias que
"compraste" desde hace años (y que nunca se te dio por analizar si
eran ciertas o no): "nadie me va a ayudar y me las tengo que
arreglar sólo", "esto no es para mí", "ya estoy viejo", "uno vale
de acuerdo con lo que tiene y no con lo que uno es", "no tuve las
oportunidades que otros tuvieron", ... una sarta de tonterías
fáciles de descartar por ser falsas.
Solamente es necesario ponerlas a prueba "haciendo lo contrario".
Vas a notar que mucha gente te va a ayudar, que todavía eres tan
joven como creas serlo, que lo que uno es resulta más valioso que
lo que uno tiene, que todo es para ti, que las oportunidades las
tuviste sin verlas pero siguen apareciendo a cada paso de tu vida,
... y así con las demás.
Es inevitable tener creencias básicas en nuestra existencia, sólo
que hay que elegirlas mejor. Son siempre un motor. Tú decides si
este motor te va a llevar hacia adelante, hacia atrás o te va a
dejar "clavado en el tiempo".
A estas alturas de tu vida, ya sabes del poder de tu mente, de la
importancia de tu fe, de que mucha gente ha logrado lo que el resto
creía imposible porque ha puesto la energía necesaria, la fuerza
requerida, el empuje. Lo sabes todo, pero te animas a demasiado
poco con todo eso que sabes. Sigues girando siempre para el mismo
lado, el fácil, el conocido, el que poco te ha servido últimamente.
Pero las novedades aparecerán si giras hacia el otro lado, el
riesgoso, el desconocido. Seguramente allí están los peligros, pero
también allí están los tesoros.
La ciencia ya anda recorriendo nuevos caminos. Investigando el
cerebro ha comenzado a revalorizar la intuición como método apto
para conocer. Y son la intuición, el "olfato", los presentimientos,
las corazonadas, el "dejarte llevar", tus nuevas herramientas para
reparar tus daños actuales y comenzar a construir para ti una vida
más plena. Tú y lo que tú creas son la realidad, o lo serán si te
decides.
Un comentario expreso o tácito ha ido surgiendo en ti a medida que
ibas analizando los pasos anteriores: "¿Qué va a pensar la gente de
mí? ¿Cómo van a tomar mis cambios?". Permíteme que te desilusione.
A la gente no le importas tanto como tú crees o como ella te ha
venido importando a ti. Quizá alguien haga un comentario liviano al
pasar, y después continuará con sus preocupaciones
personales.
A la persona que más tú le importas es a ti mismo. Hay otros que te
quieren bien y que también buscan tu bienestar, y ellos serán los
primeros en sorprenderse y alegrarse al verte mejor, y luego serán
tus seguidores en ese mismo camino. Descubrirán el secreto gracias
a ti, y ellos también comenzarán a producir cambios positivos en
sus vidas, gracias a ti.
Pero el asunto es más maravilloso aún. Vas a notar tú que, cuando
te animes a comentar con las personas que amas y que te aman esta
decisión pequeñita tuya de iniciar tu revolución personal, te dirán
que ya habían notado que no estabas bien, que tenías que hacer algo
para vivir mejor, pero que no se atrevían a decírtelo. Y todo va a
resultarte mucho más fácil al descubrir que ya muchos habían
descubierto antes lo que tú estás descubriendo sobre tu propia
circunstancia.
Es que no eres independiente, aislado, sino que formas parte de un
cuerpo universal que integras como actor protagónico. Todos somos
actores protagónicos en esta obra, y cada acción o gesto que
hacemos (o que no hacemos) repercute de alguna manera en los demás.
Y, recíprocamente, lo que los demás hacen (o dejan de hacer)
modifica el "medio ambiente" en el que desarrollas tu vida.
Así que ya mismo debes proponerte dejar de ser actor segundón en la
tragicomedia de tu propia vida. Si hay algo que puedes hacer en
este preciso instante, o esta misma tarde, o esta misma noche, o
mañana por la mañana, inspira profundamente, date un beso y un
abrazo, y hazlo ya.
"¿Con los problemas que tengo? Como están las cosas, va a ser mejor
que espere una oportunidad más propicia.". ¿Sabes cuándo vas a
tener una oportunidad más propicia? Nunca. Hoy es el día perfecto
para "hacer una cordura", aunque algún otro pueda pensar (y quizá
decirte) que estás "haciendo una locura".
Prueba, y no te va a alcanzar el resto de tu vida para agradecerme
el consejo.
Nuestras novedades en tu e-mail
Cursos similares a 15 pasos para alcanzar el crecimiento interior
- Vídeo
- Alumnos
- Valoración
- Cursos